Cocinar las bananas: colocá las rodajas de banana en la sartén, una al lado de la otra, sin amontonar. Cociná 1 o 2 minutos por lado, hasta que estén doradas y cubiertas por el caramelo.
Si querés darles un toque especial, sumá un chorrito de ron o licor dulce y flameá con cuidado (opcional).
Una vez listas, retiralas del fuego con una espátula y servilas tibias.
Tips y consejos:
Si te gusta el caramelo más espeso, dejalo cocinar unos segundos más antes de agregar las bananas.
Evitá mover demasiado las frutas para que no se desarmen.
También podés usar un poco de azúcar mascabo para lograr un color más oscuro y un sabor más intenso.
Guardalas en heladera por hasta 2 días y calentá apenas antes de servir para recuperar su textura.
Cómo disfrutarlas:
Las bananas caramelizadas son muy versátiles y se pueden servir de muchas formas:
Con helado: acompañalas con una bocha de helado de crema, vainilla o dulce de leche; el contraste de temperaturas es espectacular.
Con panqueques o waffles: usalas como relleno o topping junto con crema o dulce de leche.
Sobre tostadas o pan brioche: ideales para un desayuno o merienda especial.
Con yogur natural o granola: una versión más liviana pero igualmente deliciosa.
Como relleno de una tarta rápida: colocá las bananas caramelizadas sobre una base de masa sablée o galletitas y cubrí con crema chantilly.
Tibias, perfumadas y con ese toque de caramelo que se derrite en la boca, las bananas caramelizadas con canela son la prueba de que a veces los postres más simples son los que más conquistan.
