Llevá al horno precalentado a 180 °C y cociná por 15 a 18 minutos, hasta que los bordes estén dorados.
Retirá del horno y dejá enfriar sobre una rejilla para que se mantengan crocantes.
Tips y consejos:
Si te gusta el coco más intenso, agregá una cucharada extra de coco rallado o unas gotas de esencia de coco.
Para una versión más saludable, podés usar azúcar mascabo o miel en lugar de azúcar blanca.
Si querés que queden más húmedas, reemplazá la mitad de la manteca por crema de leche.
También podés añadir chips de chocolate blanco o negro para darles un toque distinto.
Guardalas en un frasco hermético: se conservan perfectas hasta por una semana.
Si usás coco rallado sin azúcar, probalas antes de hornear y ajustá la cantidad de dulce a tu gusto.
En verano, servilas frías con una bola de helado de vainilla o dulce de leche: combinan de maravilla.
Para una versión sin gluten, reemplazá la harina por harina de almendras o premezcla sin TACC.
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