Esta receta tiene más de 100 años ¡Me la enseñó mi abuela!

El pastel se conserva muy bien en la heladera hasta 3 días, cubierto para que no se seque.

También se puede rellenar con crema de limón o crema chantilly, según el gusto.

Para darle un toque más casero, usá esencia de vainilla natural o cáscara de limón rallada.

Si lo servís al día siguiente, su sabor y textura serán aún mejores.

Podés hacerlo en formato rectangular o cuadrado, ideal para cortar en porciones individuales.

Este pastel Karpatka, con su masa dorada y su crema suave, evoca los sabores simples y reconfortantes de la repostería de antes.

Un postre de origen polaco que, sin duda, conserva ese encanto que solo tienen las recetas heredadas de las abuelas.

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